jueves, 26 de septiembre de 2013

De esencia rural...

Antes de llegar a Palencia, y antes de pasar por el norte de León, dedicamos unos días a conocer tierras gallegas, podríamos decir que quizás una de las zonas más genuinas y auténtica de esta región. Los preciosos robledales y castañares,  aún esconden en sus entrañas castizos pueblos que todavía conservan la esencia y vida de hace muchos años atrás. Algunos al borde de la ruina y el abandono, mantienen en pie parte de sus casas, gracias a la persistencia de los últimos aldeanos que milagrosamente aún viven allí.

Si pudiera darle una definición al término calidad de vida, sin duda para mí esta sería la respuesta. Muchos pensarán que  a esto no se le llama calidad, que calidad es estar rodeado de comercios donde poder comprar, de un cómodo sofá en una acomodada casa, y viendo una tele en HD, aclimatado con aire acondicionado, y con una impoluta cocina de encimera silestone. Muy lejos de ese prototipo de vida se encuentra este concepto, pues todas esas comodidades y mal vivir al que nos hemos acostumbrado, que solo conducen a seguir el juego al sistema de consumo implantado y al que nos tienen sometidos, todo eso no existe aquí. Aquí la vida es muy diferente, no existen comodidades ni cocina silestone. Si es cierto que son muchas las adversidades, pero compensadas de sobra por una vida autosuficiente dependiendo lo más mínimo de dicho sistema, y lo mejor, respirar cada día la más pura esencia de lo natural. Dejo unas imágenes que representan esta, esencia...










Y dando un giro de lugar, aunque no de ambiente nos vamos a hora a otra zona rural, esta vez de la desconocida Montaña Palentina. Es este otro lugar donde los pueblos aún conservan sus raíces y la autenticidad, donde el tiempo es solo un invento y donde la vida cobra su sentido natural. Las reducidas aldeas de casas se encuentran rodeadas de hermosos bosques de robles. En estos pequeños enclaves todavía se pueden encontrar edificaciones cargadas de historia, iglesias, viejas casas con escudos, adornos y viejos portalones... Cada calle, cada rincón, rezuman testimonios de una vida anterior. 







Estos hermosos pueblos, pequeños reductos que van desapareciendo poco a poco, se encuentran asentados entre verdaderos y desconocidos parajes naturales. Preciosos hayedos y robledales, donde conviven el oso y el polémico lobo, junto con el hombre.

Y ya que andamos por estos territorios, os enseño una curiosidad. Es bastante común encontrar por estas tierras abundante ganado suelto, sobre todo bastante ganado equino, y vacuno. Robustos caballos pululan por todos lados, entre los robles, las praderas, las montañas..., casi salvajes, pero normalmente propiedad de algún ganadero. Fundamentalmente este tipo de ganado se cría para consumo de su carne. Lo que nos resultó curioso es como en estas tierras, tierra de lobos también, estos caballos se encuentran sueltos campeando sin vigilancia ni ningún tipo de protección. La respuesta que nos dieron aldeanos, es que parece ser los lobos no atacan a los caballos, ni a la vacas tampoco, sin embargo las ovejas las tenía protegidas con portentosos mastines... Aún siendo esto cierto, no dejo de cuestionarme ni me deja de parecer extraño, si los potros que también pululan sueltos junto a sus madres, corren la misma suerte... En otra ocasión indagaremos más sobre este asunto, sobre como el lobo es aquí recibido, y el oso también, porque sobre este último me consta, hay diversidad de opiniones y controversias también.




Y hablando de lobos y osos, para terminar volvamos otra vez a territorio gallego. A parte de sus auténticos pueblos, estas preciosas vistas sin duda encerraban algo más, fue aquí donde encontramos los mejores indicios de la especie, perfectos excrementos e impecables huellas que hacían patente de que nos encontrábamos en una auténtica tierra de lobos también. Fue aquí donde tras un solo y sorprendente intento conseguimos una bonita foto con técnica fototrampeo de un joven ejemplar. Fue tan solo unos segundos lo que se detuvo, pero sin duda, esta fue una de mis mayores alegrías... Siento no poder ni tan si quiera nombrar la orientación de estos impresionantes enclaves, pues me temo que es una zona bastante conflictiva y tanto lobos como osos no son bien recibidos aquí, y bien lo pudimos constatar...








Y esta vez sí para terminar, volvemos de nuevo a Palencia. Os dejo estas imágenes de una preciosa puesta de sol, en la que las montañas exhibían sus contornos perfilados por el rojizo sol del atardecer. Espero os hayan resultado interesante estas curiosidades... No se si seguiré contando alguna apreciación más sobre este pequeño pero  denso viaje, quizás algún dato o imagen suelta, pues no quiero cansar. Nos vemos entonces hasta la próxima.




Como siempre, gracias por vuestra grata visita...

martes, 17 de septiembre de 2013

Entre lobos, y osos

Estimados todos. Como ya os comenté en un breve avance, ya era hora de que nos tomásemos unos días de vacaciones, y para relajarnos nos fuimos a realizar un itinerario que nos trazamos por el norte de la península. Ya ya sé, no es que sea un viaje a Kenia, pero si bastante enriquecedor si tenemos en cuenta la de rincones tan interesantes, auténticos, y parajes tan impresionante y fauna tan espectacular, que tenemos en nuestros territorios. He de recalcar que nos encontramos en un trozo de península tremendamente variado y diverso, y que nunca nos cansaremos ni dejaremos de conocer. La intención nuestra como siempre, la de palpar un poco más de cerca toda esta variedad que os comento, y nuestro principal objetivo, acercarnos más a nuestra fauna, el mundo rural, y conocer las relaciones del hombre con el medio natural.

Vivir en el sur tiene sus ventajas, pero el mismo número de ventajas que vivir en el norte, lo que tiene la mitad norte no lo tiene la mitad sur, y lo que tiene la mitad sur no lo tiene la mitad norte por lo tanto podríamos decir, que no existe una sin la otra y para conocer al completo nuestro territorio natural, creo debemos acercarnos y conocer las dos mitades, de esta forma creo podremos tener una verdadera concepción de lo que es esa extraordinaria, "España salvaje".

Va a ser a través de una serie de entradas que iré realizando, donde os iré mostrando, paisajes, fauna..., Pero sobre todo me gustaría conseguir con estas entradas mostrar mi apreciación, respecto a la situación que atraviesan nuestros grandes mamíferos y las diferentes posturas que existen por parte del hombre respecto a ellos, y que hoy en día tanta polémica siguen generando. Y para hacer estas entradas más dinámicas no voy a seguir ningún orden, iré mezclando y contrastando, lugares, cosas curiosas, planteamientos propios..., un poco a mi antojo y según vayan saliendo, de estar forma creo será más entretenido..., empecemos pues.

Una de las zonas que visitamos a medio recorrido fue el nordeste de León, límite con los macizos montañosos de Picos de Europa. Riaño, Portilla de la Reina..., son algunos municipios de la zona. En estos momentos del año no hay pizca de nieve y las carreteras pueden circularse sin problema, la temperatura agradable, fresca pero no frío, en conclusión, mejor imposible y más a sabiendas, de lo que estaría cayendo allí en el sur...

El contraste del monte, el bosque y la montaña son perfectamente palpables aquí, los ríos fluyen sin problema y las manchas verdes aún se conservan bien. Cuando entras en los bosques percibes que el oso puede andar cerca, en los prados te corroe la emoción de sorprender a un gato montés, en los puertos los lobos han dejado sus rastros y en las zonas más altas los rebecos se pueden dejar ver. Y aunque todo esto no lo pudimos vivir al dedillo, aunque la emoción si, pues pocos eran los días que estuvimos en la zona, si que nos contentaron sus indicios y algún que otro encuentro fugaz.



Son los guardianes, los verdaderos guardianes estos grandullones que os muestro aquí abajo. Preciosos cachorros de mastín, aprendices que seguían los pasos a sus dos tutores, tremendos y experimentados mastines adultos que vigilaban eficazmente al ganado ovino, muy frecuente en estas tierras de lobos. Los preciosos cachorros de mastín se acercaron a nosotros, jugaban, metían sus grandotas cabezas en las mochilas rebuscando, te chupaban, eran verdaderamente pegajosos, cariñosos y juguetones. Increíble, gran contraste este el solo pensar que dentro de un año seguramente, sus juegos y mimoseos se transformarían en duros pero eficaces enfrentamientos con alguna manada de lobos. Cuando tienes al lado un precioso y enorme ejemplar de estos, entonces dejas de cuestionar al instante si los lobos podrán con el, imposible, tanta fuerza y temperamento juntos, no dejarán jamás que un lobo toque tan si quiera una sola de sus ovejas. Y entonces te planteas, ¿por qué se hace tan complicado tener uno o dos de estos guardianes para proteger al ganado, cuando está más que demostrada su absoluta eficacia?


Una idea que  pudimos constatar en las diferentes zonas loberas que visitamos, era la incuestionable queja por parte de ganaderos de la mala gestión y retraso de las indemnizaciones por ataques, donde nos contaban que hasta dos años tardaban en cobrar. Sin duda una efectividad y agilización de estas indemnizaciones por parte de las administraciones, unido al suministro de mastines y métodos de protección y concienciación del sector, podría ser la solución a tantos conflictos generados. Pero mientras la administraciones no paguen ni actúen correctamente, y los ganaderos no pongan de sus parte en tomar medidas para proteger al ganado, me temo que nunca habrá conformidad y el conflicto seguirá estando patente durante toooda la vida...


Pudimos encontrar sus rastros por diferentes veredas, enormes huellas con finas uñas marcadas. En la siguiente foto y aunque no se aprecie muy bien, muestro una huella de lobo a la izquierda junto a una de zorro a la derecha, esta última justo al lado de la navaja. Indiscutible la diferencia de tamaño. También excrementos, aunque de estos tengo algunos hermosos que ya os enseñaré...



Sin duda estábamos en tierra de lobos, pero también estos territorios eran compartido con otro de nuestros grandes mamíferos, el oso pardo. Y en los días que estuvimos aunque alguno se movía por la zona, no tuvimos la suerte de contemplar, pero si que encontramos algunos excrementos sospechosos que nos podrían dar la pista de que si era cierto, el gran oso pardo si andaba por allí...


Y si el lobo genera polémica, el oso no es menos, y bien os lo muestro con esta impactante imagen de otro lugar que visitamos y que también pudimos sondear... Pero todo esto y más o los mostraré, y siempre con cierta prudencia, en el próximo capítulo... 



Un saludo, y gracias por vuestra visita.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Volvemos...

Hola a todos. Tras unas intensas vacaciones, volvemos a reanudar y coger el ritmo poco a poco... Os dejo una imagen realizada desde el impresionante mirador de Piedrasluengas (Montaña Palentina), uno de nuestros destinos dentro del itinerario que nos trazamos por el norte peninsular. Poco a poco os iré enseñando imágenes y momentos interesantes, sobre todo orientados al conocimiento de nuestra fauna y el mundo rural. Espero que os resulten interesantes y que contribuyan de alguna manera, a que apreciemos cada día más, cada uno de esos rincones tan valiosos que poseemos en nuestro territorio natural.

Un saludo a todos, y nos vemos...

Gracias por vuestra visita.