domingo, 9 de octubre de 2011

Cetáceos

Queridos visitantes, cybernautas, blogueros, lectores, y especialmente amantes de la naturaleza..., creo que ya es hora de que me vaya poniendo al día... No penséis que he abandonado, y lo que menos he abandonado ha sido mi contacto con la naturaleza os lo aseguro..., así que haré esta entrada con un poco de retraso, comenzando a partir de las últimas andanzas en que os dejé...


Ultimamente os conté que me había fallado mi vieja 40D y me lancé sin pensar mucho, a la por la 7D... A la semana de haberla adquirido decidí acudir a un avistamiento de cetáceos, así que para estrenar la nueva adquisición me acerqué a ver si aún se encontraba el grupo de orcas que andaban por la zona según informaban los grupos de avistamiento de cetáceos y podía saar algunas tomas... Justo el día anterior, la asociación Sirena, que era la asociación de cetáceos que organizaba esta salida en esta ocasión, me avisó de que el grupo de orcas que había estado estos días atrás en busca del atún de los pequeros, había desaparecido y ya se había marchado, aún así decidí ir para avistar delfines y los bonitos calderones...


Trás salir del puerto de Tarifa nos dirigimos hacia mitad del Estrecho en busca de algún bando de delfines, el día no era especialmente caluroso y el viento de levante que iba hacer acto de presencia aún no soplaba con la intensidad que habían anunciado, así que el recorrido transcurrió casi con bastante calma...



Ya dejando el puerto a las espaldas se avistaba perfectamente la costa africana, con el Yebel Musa en primer lugar, preciosa montaña que podemos presenciar en primera línea los pocos días que no hay bruma en el estrecho...



Iba con la cámara preparada para lo que pudiese surgir, al principio unas tomas de paisaje, la costa..., cuando alguien de pronto anunció, "...creo que son pardelas..." Me había llevado el 500, aunque no le dí especial uso en esta caso si lo intenté, pero los movimientos del barco te hacían dar tumbos de forma de que si ya es dificultoso no trepidar la foto de esta forma ya era imposible, colocar un trípode ya era impensable pues lo más probable es que fuese rodando a las profundidades del estrecho... Medio sujetándome donde y como podía y a pulso hice unos intentos, pero a parte de todas estas dificultades volaban demasiado lejos y no mereció la pena..., fue entonces cuando ya desistí de las pardelas y decidí colocar el 250 por si de imprevisto aparecía algo más cercano...


Entonces ya empezaron a aparecer. A lo lejos ya se podía avistar un bando de delfines listados, algo más pequeños que el delfín mular, bueno bastante más pequeño, muy bonitos se aprecia bastante bien la franja lateral que les otorga el nombre de "listados".



Es sorprendente la velocidad con que estos animales emergen y se sumergen en apenas un segundo, a parte de esta rapidez es impredecible por donde te van a salir, de forma inesperada de pronto asomaban unos cuantos, rápidamente apuntabas, enfocabas, y cuando ya disparabas ya se había sumergido de nuevo, resultaba algo desesperante cuando mirabas el resultado y solo aparecía la aleta caudal medio asomadada, en el mejor de los casos pillabas la aleta dorsal...




Imagino que como todo amante de la fotografía lo que pretende al capturar estos animales es pillarlos dando un magnífico salto espectacular, pero parece ser que este día no se encontraban muy saltarines y solo daban pequeños saltitos asomando medio cuerpo, muy difíciles de capturar, sí ya de por sí es difícil capturarlos nadando simplemente un salto ya resulta una tremenda suerte y habilidad..., aún así pude sacar un par de ellos pequeñitos, no en una posición especialmente bonita pero algo es algo...



Tras este avistamiento el barco se dirigió en busca de los calderones. Ya a lo lejos se divisó un bando bastante grande, estos más corpulentos y fáciles de ver. Tienen un comportamiento más tranquilo aunque también resulta impredecible por donde emergerán...




Esta especie me resulta especialmente bonita, siempre me han gustado muchísimo son como pequeñas ballenitas, bueno también le llaman ballenas piloto... Recuerdo haberlas visto siempre desde la costa, grandes bandos, en una ocasión muy cercanos a las playas de misma ciudad de Cádiz lo cual me sorprendió, pero en esta ocasión pude observarlos de cerca, hasta tal punto que escuchaba perfectamente como expulsaban el aire por el espiráculo, que es el orificio que tienen en la zona superior para respirar, es impresionante observarlos... Os dejo aquí unas tomas donde quizás se aprecien bien, y en las de abajo algunas secuencias...






En esta siguiente secuencia en particular se observa una de las pocas ocasiones en que se podía advertir su aparición a través de la transparencia del agua, aunque con rapidez, entonces pude esperar la salida para lanzar fotos y conseguir una secuencia decente...







Y hasta aquí esta bonita experiencia, de verdad recomiendo a todo el mundo que no deje en alguna ocasión de hacer un avistamiento de estos preciosos mamíferos, pues es muy gratificante tener la ocasión de observarlos de cerca... En mi caso, me tiran más los mamíferos terrestres, a pesar de que mi vida laboral está orientada al medio marino, pero he de decir que tener estos animales de cerca es algo extraordinario... Ya este año llegué tarde al paso que hacen los cachalotes y el rorcual, y las orcas, pero para el próximo año estaré pendiente para conseguir algunas tomas, y por qué no, sacar alguna toma espectacular...




Espero que os hayan gustado estas imágenes y os hayan acercado un poquito al Estrecho y sus habitantes... Como siempre, gracias por visitarme...