lunes, 23 de marzo de 2015

Como la música


No sé si os habrá pasado alguna vez, pero me suele pasar. A veces doy con una música, una música que me llega al corazón, entonces la pongo una y otra vez, seguidamente, sin parar. Puede quizás que parezca un comportamiento algo irracional, pero pienso, ¿qué es lo racional? Si una música te llega al alma te conmueve, la puedes escuchar infinitamente y cada vez que la oyes, cada nota te hace vibrar y la sientes como si la oyeses por primera vez. 

Me pasa lo mismo con ciertos momentos que capto en fotografía, los capto porque son momentos que percibo en lo más profundo del corazón. A veces se trata simplemente de una luz, un reflejo..., algo insignificante. Pero que me resultan un instante único, que por más que los miro, me hace vibrar el alma como si los viese por primera vez.

lunes, 9 de marzo de 2015

Los días más largos y las noches más cortas

Son estos atardeceres quizás los más llamativos del año. El cielo y su resplandor combina un extenso gradiente de tonalidades, rojos, anaranjados, azules, morados... Cielos que parecen pintados por sutiles pinceladas y que trazan un boceto, donde las heterogéneas nubes componen un lienzo de diseño natural.

Son estos momentos en los que los días van siendo más largos y las noches más cortas. Es curioso como nosotros, que tenemos actividad diurna sacamos más provecho a estos días, ya que el aumento de horas de luz hace que nuestro cuerpo se mantenga activo durante más horas también. Esto por supuesto no sucede porque si, todo en la naturaleza tiene una explicación, y es que las diferentes intensidades y tonos de luz influyen en la química de nuestro cuerpo regulando de esta forma nuestra actividad.  Se acerca el solsticio de verano, momento en el que llegaremos al día más largo del año y la noche más corta, a partir de entonces los días volverán de nuevo a menguar. Pero tranquilos, hasta entonces todavía nos quedan muchos días de muchas horas de luz, para sacar provecho...