Estimados todos. Como ya os comenté en un breve avance, ya era hora de que nos tomásemos unos días de vacaciones, y para relajarnos nos fuimos a realizar un itinerario que nos trazamos por el norte de la península. Ya ya sé, no es que sea un viaje a Kenia, pero si bastante enriquecedor si tenemos en cuenta la de rincones tan interesantes, auténticos, y parajes tan impresionante y fauna tan espectacular, que tenemos en nuestros territorios. He de recalcar que nos encontramos en un trozo de península tremendamente variado y diverso, y que nunca nos cansaremos ni dejaremos de conocer. La intención nuestra como siempre, la de palpar un poco más de cerca toda esta variedad que os comento, y nuestro principal objetivo, acercarnos más a nuestra fauna, el mundo rural, y conocer las relaciones del hombre con el medio natural.
Vivir en el sur tiene sus ventajas, pero el mismo número de ventajas que vivir en el norte, lo que tiene la mitad norte no lo tiene la mitad sur, y lo que tiene la mitad sur no lo tiene la mitad norte por lo tanto podríamos decir, que no existe una sin la otra y para conocer al completo nuestro territorio natural, creo debemos acercarnos y conocer las dos mitades, de esta forma creo podremos tener una verdadera concepción de lo que es esa extraordinaria, "España salvaje".
Va a ser a través de una serie de entradas que iré realizando, donde os iré mostrando, paisajes, fauna..., Pero sobre todo me gustaría conseguir con estas entradas mostrar mi apreciación, respecto a la situación que atraviesan nuestros grandes mamíferos y las diferentes posturas que existen por parte del hombre respecto a ellos, y que hoy en día tanta polémica siguen generando. Y para hacer estas entradas más dinámicas no voy a seguir ningún orden, iré mezclando y contrastando, lugares, cosas curiosas, planteamientos propios..., un poco a mi antojo y según vayan saliendo, de estar forma creo será más entretenido..., empecemos pues.
Una de las zonas que visitamos a medio recorrido fue el nordeste de León, límite con los macizos montañosos de Picos de Europa. Riaño, Portilla de la Reina..., son algunos municipios de la zona. En estos momentos del año no hay pizca de nieve y las carreteras pueden circularse sin problema, la temperatura agradable, fresca pero no frío, en conclusión, mejor imposible y más a sabiendas, de lo que estaría cayendo allí en el sur...
El contraste del monte, el bosque y la montaña son perfectamente palpables aquí, los ríos fluyen sin problema y las manchas verdes aún se conservan bien. Cuando entras en los bosques percibes que el oso puede andar cerca, en los prados te corroe la emoción de sorprender a un gato montés, en los puertos los lobos han dejado sus rastros y en las zonas más altas los rebecos se pueden dejar ver. Y aunque todo esto no lo pudimos vivir al dedillo, aunque la emoción si, pues pocos eran los días que estuvimos en la zona, si que nos contentaron sus indicios y algún que otro encuentro fugaz.
Son los guardianes, los verdaderos guardianes estos grandullones que os muestro aquí abajo. Preciosos cachorros de mastín, aprendices que seguían los pasos a sus dos tutores, tremendos y experimentados mastines adultos que vigilaban eficazmente al ganado ovino, muy frecuente en estas tierras de lobos. Los preciosos cachorros de mastín se acercaron a nosotros, jugaban, metían sus grandotas cabezas en las mochilas rebuscando, te chupaban, eran verdaderamente pegajosos, cariñosos y juguetones. Increíble, gran contraste este el solo pensar que dentro de un año seguramente, sus juegos y mimoseos se transformarían en duros pero eficaces enfrentamientos con alguna manada de lobos. Cuando tienes al lado un precioso y enorme ejemplar de estos, entonces dejas de cuestionar al instante si los lobos podrán con el, imposible, tanta fuerza y temperamento juntos, no dejarán jamás que un lobo toque tan si quiera una sola de sus ovejas. Y entonces te planteas, ¿por qué se hace tan complicado tener uno o dos de estos guardianes para proteger al ganado, cuando está más que demostrada su absoluta eficacia?
Una idea que pudimos constatar en las diferentes zonas loberas que visitamos, era la incuestionable queja por parte de ganaderos de la mala gestión y retraso de las indemnizaciones por ataques, donde nos contaban que hasta dos años tardaban en cobrar. Sin duda una efectividad y agilización de estas indemnizaciones por parte de las administraciones, unido al suministro de mastines y métodos de protección y concienciación del sector, podría ser la solución a tantos conflictos generados. Pero mientras la administraciones no paguen ni actúen correctamente, y los ganaderos no pongan de sus parte en tomar medidas para proteger al ganado, me temo que nunca habrá conformidad y el conflicto seguirá estando patente durante toooda la vida...
Pudimos encontrar sus rastros por diferentes veredas, enormes huellas con finas uñas marcadas. En la siguiente foto y aunque no se aprecie muy bien, muestro una huella de lobo a la izquierda junto a una de zorro a la derecha, esta última justo al lado de la navaja. Indiscutible la diferencia de tamaño. También excrementos, aunque de estos tengo algunos hermosos que ya os enseñaré...
Sin duda estábamos en tierra de lobos, pero también estos territorios eran compartido con otro de nuestros grandes mamíferos, el oso pardo. Y en los días que estuvimos aunque alguno se movía por la zona, no tuvimos la suerte de contemplar, pero si que encontramos algunos excrementos sospechosos que nos podrían dar la pista de que si era cierto, el gran oso pardo si andaba por allí...
Y si el lobo genera polémica, el oso no es menos, y bien os lo muestro con esta impactante imagen de otro lugar que visitamos y que también pudimos sondear... Pero todo esto y más o los mostraré, y siempre con cierta prudencia, en el próximo capítulo...
Un saludo, y gracias por vuestra visita.
1 comentario:
DIEnhorabuena por esa estancia por el norte peninsular y por el material que nos presentas (fotos y reseñas).Estaremos atentos a tus siempre, interesantes entradas.Muy afectuosos saludos. Encarni y Manuel
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