Sí, ya sé que esta es una estampa bonita de ver, siempre es agradable observar a ungulados silvestres en el medio natural. Pero a veces no es tan bonito todo lo que reluce, y no me refiero a estos gamos y ciervos en sí que son preciosos. En los últimos años la mayoría de nuestros montes están sufriendo una sobrecarga de ungulados, una excesiva carga de ciervos, gamos, jabalíes... Esta sobrecarga se produce como consecuencia de las altas densidades que los cotos de caza mayor están gestionando. Sobrecargan las fincas con estos para luego en las monterías abatir el mayor número de piezas posible,
Una de las graves consecuencias de estas sobrecargas las está sufriendo el propio monte, ya que tantos y tantos ungulados ramoneando y pastando no dejan que se regenere la vegetación propia de este, solo interesa el beneficio económico que generan las piezas abatidas, pero poco importa la sostenibilidad del medio. Ramonean los tiernos brotes de nuestra vegetación autóctona, plantas herbáceas y leñosas, los pequeños árboles que empiezan a nacer tampoco escapan al diente de estos, el monte no se regenera y encima no se contempla el repoblar para compensar la fuerte presión que sufre.
Es tal la cantidad de ungulados que se les tiene que suministrar alimentación suplementaria basada en piensos, muchos de ellos incluso tratados con hormonas. De tal forma que, por ejemplo en Sierra Morena, se les pueden observar como vacas domésticas en los comederos, muy acostumbrados al personal y por lo tanto a las personas en general, es facilísimo poder observarlos de cerca sin que se asusten de nuestra presencia. Yo me pongo en el lugar de un cazador, solo intento aunque me cuesta por mi forma de entender la vida, intento comprender lo que supone ejercer la caza para este sector e imagino que su aliciente es el reto de cazar a un animal esquivo y salvaje. Entonces me pregunto, ¿qué dificultad tiene el abatir una vaca?, la misma que tiene el dar caza a un ciervo o gamo de estos prácticamente domesticados.
La gran cantidad de jabalíes que están proliferando también son una grave amenaza para nuestro monte mediterráneo y especies en peligro, como por ejemplo está sucediendo para el mismísimo urogallo... Donde existe una sobrecarga de jabalíes, el conejo, que tantos problemas tiene en algunas zonas por otras causas, también sufre las consecuencias de su exceso, ya que hozan y levantan sus huras alcanzado a los pequeños gazapos. Otro de los problemas que está generando esta especie son daños en los cultivos, al adentrarse en ellos siendo un menú fácil al que acceder. Y otra más, su alta densidad hace que se atraviesen fácilmente en carreteras considerándose una de las mayores causas de accidentes producidas por fauna silvestre. Por último hagamos eco de otro grave problema que sucede en silencio, la hibridación de cerdos ibéricos y jabalíes, portadores estos de las fiebre porcina y siendo una perfecta vía de transmisión.
Volviendo a los ciervos, es tal la obsesión en los cotos de caza por abatir piezas y obtener trofeos, que incluso traen a estos cérvidos de extranjero, como sucede en los Alcornocales, donde sin que nadie lo controle algunos cotos meten ciervos polacos que tienen mayor corpulencia y mayores cuernas, para que se crucen con los nuestros y salgan grandes ciervos con grandes cornamentas también. Las hembras a veces al parir no pueden dar a luz a un cervatillo tan grande, y muchos mueren en el parto, imagino que ellas también...
Aparte de gamos, ciervos y jabalíes, en muchos cotos ya empezaron hace tiempo a meter el Arruí, especie de cabra originaria de las zonas áridas y montañosas del desierto del Sáhara, resultando ello una presión más de un ungulado nuevo. Es un poco gracioso teniendo en cuenta esto, oír luego decir a cazadores que el meloncillo es una especie foránea, cuando ni si quiera está claro que fuese introducida por los fenicios y puede llegase por su propio pie... Resulta cuanto más contradictorio cuando por otro lado ellos meten deliberadamente especies claramente alóctonas..., en fin.
Pretendo mostrar aquí una realidad de la que parece ser nadie se percata, o no se quieren percatar. Los políticos en los cargos, arrastrados por el interés económico que genera la caza, aunque sea a base de una caza desastrosamente gestionada, no hacen nada por evitar esto, al contrario lo potencian. Y a los gestores de cotos que son los que tienen las riendas, realmente les importa tres pitos la conservación y sostenibilidad del monte... Ante esta nefasta gestión que ya se fue hace tiempo de las manos, se hace indiscutible la necesidad de los grandes predadores naturales para controlar y equilibrar el monte mediterráneo. Necesitamos al lobo, al lince y al oso en la pirámide para corregir el gran desequilibrio que genera el hombre, y sin embargo, solo encuentran impedimentos y exterminio, como ya sabemos está sufriendo nuestro gran cánido el lobo ibérico.
De hace unos pocos años hasta la actualidad el problema se está agravando, empeorando y a acelerando, no queda otra que actuar ya, o gran parte de nuestro apreciado monte mediterráneo, desaparecerá.
Pretendo mostrar aquí una realidad de la que parece ser nadie se percata, o no se quieren percatar. Los políticos en los cargos, arrastrados por el interés económico que genera la caza, aunque sea a base de una caza desastrosamente gestionada, no hacen nada por evitar esto, al contrario lo potencian. Y a los gestores de cotos que son los que tienen las riendas, realmente les importa tres pitos la conservación y sostenibilidad del monte... Ante esta nefasta gestión que ya se fue hace tiempo de las manos, se hace indiscutible la necesidad de los grandes predadores naturales para controlar y equilibrar el monte mediterráneo. Necesitamos al lobo, al lince y al oso en la pirámide para corregir el gran desequilibrio que genera el hombre, y sin embargo, solo encuentran impedimentos y exterminio, como ya sabemos está sufriendo nuestro gran cánido el lobo ibérico.
De hace unos pocos años hasta la actualidad el problema se está agravando, empeorando y a acelerando, no queda otra que actuar ya, o gran parte de nuestro apreciado monte mediterráneo, desaparecerá.
4 comentarios:
Cuando las administraciones regulen con sentido común, cuando los ciudadanos tomen conciencia de la necesidad de dejar de asfixiar los espacios naturales, cuando la naturaleza pueda seguir su curso....entonces podremos observar un medio natural tal como debió conocer el hombre hace 10.000 años.
Así es Javier. Un saludo
No puedo estar más de acuerdo y desde mi Almanaque Natural no paro de denunciarlo. Hay lugares como el SW de Ciudad Real que todo son fincas cinegéticas y la vegetación no puede con tanto, algo que me pone malo es ver la cantidad de mirtos, que podían dar unas primaveras llenas de olores y flores blancas, pero imposible, están segados hasta donde ya no pueden los dientes de venados y ciervos.
Peor aún lo llevan las joyas botánicas de Montes de Toledo, paraiso del latifundio cinegético, donde los escasos abedules, los tejos (pensaba que eran venenosos, pero para los venados no lo parece), etc. no tienen ninguna posibilidad de regeneración, solo de desaparición como este par de años de sequía está constatando.
Las monteses de Gredos, por miles acabando con una vegetación endémica, etc, etc,,
Y para colmo no se permite al lobo reconquistar ni Gredos, ni Montes de Toledo y de los últimos de Sierra Morena (otro paraíso cinegético), mejor no hablar.
Desde luego es así Enrique, el Sistema Central es horrible, la cantidad y cantidad de fincas cinegéticas donde los ungulados ni caben. Ojalá logremos proteger al lobo para lo dejen entrar, y no se lo exterminen como están haciendo. Gracias por tu comentario. Un saludo.
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