domingo, 30 de julio de 2017

Después del descorche

La cuadrilla de corcheros ya ha acabado su jornada, mientras, el arriero aún dirige la reata de mulos cargados de panas hacia el patio de corchas. Cuando llega y los descarga lleva a las bestias a un cercado improvisado en medio del alcornocal. Los despoja de los jatos, los lava y les deja buen alimento para que recuperen fuerzas y se mantengan saludables, ya que son la pieza fundamental para la saca del corcho por la veredas de este accidentado terreno. Mañana será otro día de duro trabajo, los mulos descansan ahora entre alcornoques y las cálidas luces que se filtran a la caída de la tarde.
















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