viernes, 3 de mayo de 2019

¿¿Amigos??

Internet y las redes sociales, son la prueba más evidente de que somos seres sociales, necesitamos comunicarnos y relacionarnos. Sentimos la necesidad de pertenecer y ser admitidos, en un grupo, en la sociedad. Creo es una de las características del ser humano. Y si no somos reconocidos es como si nos expulsaran o nos desterraran del ámbito de nuestra especie, y esto nos da terror pues nos hace vulnerables.

Yo no tengo dudas de que es la estrategia y el instinto de supervivencia del ser humano como ese ser social el que nos induce a ello. Debemos encajar en algún lugar para sentirnos arropado, no sentirnos solos, y no estar indefensos ante las adversidades de la vida ( y allá cada cual lo que considere adversidad).

Hoy en día en plena Era Digital es más fácil que nunca intentar encontrar un sitio, nuestro sitio, donde seamos admitidos, donde existamos y no pasemos desapercibidos. Rodeados de "Amig@s", aunque sean falsos. Donde parece que encontramos la solución a nuestros problemas de existencia, aunque se parezca más a un efecto placebo. Si no pululas por internet, no existes, si no tienes amistades en redes sociales y no recibes "Me gustas", no tienes la aceptación de la sociedad. Puede que se nos pase por la cabeza parecer un bicho raro de otra especie distinta a la nuestra, un animalillo indefenso que puede ser juzgado y expulsado.

Todo esto me resulta algo extraño, contradictorio. ¿Cómo es posible que una sociedad tan individualista a la que estamos evolucionando, busque con tanta persistencia pertenecer a esta misma? Puede que sea ese miedo intrínseco que tenemos a vernos desamparados, con un toque de egoísmo, "Yo quiere recibir de ti, pero aportando lo justito".

Quizás debamos tener cuidado, la fata de contacto y presencia física entre los de nuestra especie, puede degenerar. Vivir en un mundo ficticio no es bueno, donde todo es apariencia, donde no conocemos a las personas realmente, donde se dan malentendidos porque no sabemos quien está al otro lado. La naturaleza nos ha dotado de cinco sentidos ( o seis,  o siete, según lo veamos), pero por internet no los podemos desarrollar con plenitud, perdemos percepciones, y nuestras actuaciones pueden ser erróneas.

Intento desconfiar bastante de las redes sociales, e internet en general. Me he llevado muchas decepciones con los de nuestra especie, aunque estoy segura es fruto de esa falta de comunicación real. Creo debemos ser prudentes, y no creernos todo, y no sacar conclusiones solamente por lo que vemos a través de una pantalla.




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