miércoles, 26 de agosto de 2015

LA BERREA..., EN LA SIERRA DE CÁDIZ




Ya se va acercando. Pronto, las bajadas de temperatura y las primeras gotas empaparán el monte dando apertura a una peculiar sinfonía, la berrea. El ciervo entra en celo. Los machos enardecidos compiten llenos de frenesí por proclamarse vencedores y dueños de un harén de hembras. Desde finales de septiembre sus fuertes bramidos invandirán el monte mediterráneo, y en los claros y prados, exhibirán sus imponentes cuernas que en ocasiones hacen colisionar mediante riñas para demostrar quien es el más fuerte.

Sin lugar a dudas, la berrea del ciervo es uno de los acontecimientos más bonitos que se dan en la naturaleza. En los últimos años este ha ido cogiendo cada vez más celebridad, y cada vez son más las personas que quieren presenciarlo, oír el espectáculo sonoro y si es posible avistar los harenes de hembras acompañados de grandes machos. Pero lo más deseado es contemplar los enfrentamientos de estos últimos, y si la luz lo permite, captar mediante  fotografía o vídeo el impactante momento.

Desde hace dos o tres años hacia acá, llegadas estas esperadas fechas, se presencian cada vez más personas en las carreteras de las sierras de Cádiz, en especial en las del parque natural los Alcornocales, donde el ciervo es más abundante. Cuando cae la tarde, coches con familias enteras deciden acercarse a, "escuchar la berrea". Estas quedadas familiares normalmente suelen acordarse por vía whatsapp o vía facebook, donde la información de los mejores sitios para poder presenciarla fluye con facilidad. Hay zonas que se convierten en una auténtica feria..., coches que circulan lentamente cuyos ocupantes no despegan ojo de cualquier movimiento en el monte, filas de coches aparcados en los escasos centímetros de arcén, si es que lo hay, y si no ocupando media carretera, que por norma general son estrechas. Cuando aparcan, las familias enteras se bajan cerrando las puertas fuertemente y toman posición creando una auténtica barrera humana en sus márgenes. Entonces, comienzan a establer una comunicación también sonora como los ciervos, pero entre ellos.  Los componentes de menor edad, los niños, como es normal por estos lares, suelen chillar. De entre los componentes adultos, el que ha tomado la mejor posición cuando divisa un venao,  exaltado da el aviso a la familia entera por medio de la peculiar comunicación sonora, entonces todos entusiasmados dan paso a dar coordenas a los otros componentes miembros de donde se encuentra el susodicho venao... Cuando ya se aburren y ya está, como se suele decir por aquí, "todo el pescao vendio", se procede a la retirada, pero no antes sin haber lanzado entre ellos algún que otro berrido queriendo hacer la gracia, o a lo mejor es que es su lenguaje también...

Ya sé que pensarán que soy un muermo siempre con estas cosas, y comprendo perfectamente que todos queramos estar presentes en un evento tan espectacular como este. Pero daré aquí una serie de recomendaciones, para poder disfrutarlo causando la menor perturbación en el medio. Recuerdo, que en el monte no solo viven ciervos, vive también una gran diversidad de especies, algunas de ellas muy sensibles a la presencia humana, por lo que se debe ser respetuosos con esta y con todo el entorno, que bien se lo merece.

La primera recomendación que doy es que los grupos sean lo más reducido posible, yo misma organizaba grupos hace tiempo para ello, y se lo que supone cuando el número es elevado, por más que se pretenda guardar silencio, es imposible. Si es una quedada entre varios coches, lo mejor es que se dirijan a zonas diferentes, todo lo que os tengáis que comunicar lo hacéis luego tomando unas cervezas en la venta de turno, pero mejor a la hora de observar, separados. Esto evitará colapsos en las carreteras, y voceríos inevitables. No dejad el coche aparcado en cualquier sitio, no en toda zona buena se puede aparcar, y no a las buenas o a las malas tenemos que hacerlo, si no se puede no se puede..., buscad otro sitio. Cuando os bajéis, hacedlo con precausión, no chillando, y cerrad las puertas con suavidad, no sabéis como incordian los portazos. Intentad que no se os vea tan fácilmente, usad ropa oscura, verde oscuro o camuflaje, es lo más apropiado, ndad de rojos y blancos que brillan a la luz de la luna, esto evita alertar a la fauna. Cuando os bajéis evitad entablar conversaciones, estas las dejáis para luego ahora lo que importa es solo observar. Y cuando diviséis un ciervo, no emocionaros tanto hombre!, o conteneros un poco, se puede os lo aseguro... Y por último importante, no pisotearlo todo donde estéis y muchímo menos dejéis botellas, bolsas de plásticos, envoltorios de comida... Y menos aún, cuando os entren ganas de hacer pis, esto sobre todo va dirigido a las féminas, no dejad los pañuelitos de papel ahí tirados como gorrinas, lo cogéis con las manitas lo metéis en una bolsita, y en la basura de vuestra casa lo depositáis...

Bueno estas son mis recomendaciones para que todos podamos disfrutar, de una manera inteligente y repetuosa de estos maravillosos eventos que nos ofrece la naturaleza, porque esta sufre más de lo que os podáis imaginar este tipo de conglomeraciones humanas. Así que concienciémosnos, de que esta ya estaba allí antes que nosotros, por lo tanto tiene derecho a ser respetada.

Y a disfrutar, pero con respeto...

2 comentarios:

Carlos Sarabia dijo...

Muy buena entrada, no puedo estar mas de acuerdo.Parece mentira que unas normas tan básicas para andar por el monte aun tengan que ser recordadas, !pero si es de sentido común¡.
Dicho esto, como me gustaría disfrutar de ese espectáculo que nunca he visto.Saludos.

Esmeralda Ramos dijo...

Así es Carlos. Gracias por tu comentario y perdona el retraso en publicarlo.